Maduro denunció “brutales presiones” de Estados Unidos para aislar a Venezuela
El presidente Nicolás Maduro denunció el sábado durante una cumbre de países caribeños las “brutales presiones” que supuestamente está ejerciendo Estados Unidos sobre los gobiernos de la región para aislar a una Venezuela en crisis.
Maduro lanzó un enérgico llamado a “no ceder a las presiones inmensas de Washington contra Venezuela”, en el discurso que ofreció frente a mandatarios y representantes de la Asociación de Estados del Caribe (AEC) reunidos en La Habana, Cuba. “Le hago un llamado a los gobiernos del continente (…) a no dejarse someter a ningún tipo de presiones, porque son brutales las presiones sobre gobiernos, embajadores para aislar a Venezuela”, afirmó el mandatario.
Maduro insinuó que esa campaña busca la “aprobación” por parte de la Organización de Estados Americanos (OEA) de la Carta Democrática Interamericana, un mecanismo que prevé sanciones en caso de alteración o ruptura democrática. “¡Venezuela va a luchar, con Carta Democrática o sin Carta Democrática! Venezuela no se va a doblegar, y si nos pretenden acorralar, vamos a pelear de frente. Que lo sepa el mundo entero”, sostuvo.
El presidente cosechó el apoyo irrestricto de su aliado cubano, Raúl Castro, quien en el discurso de apertura de la cumbre vinculó la difícil situación política y económica en Venezuela con una “contraofensiva imperialista y oligárquica contra los gobiernos populares y progresistas”.
La AEC, que celebra su séptima cumbre enfocada en la amenaza del cambio climático, prevé incluir una mención al caso de Venezuela. Maduro confió en que dicha declaración sea una muestra de apoyo al diálogo en su país, pero sin injerencias o amenazas.
Venezuela y Estados Unidos carecen de relaciones a nivel de embajadores desde 2010.
Sin tutoría
El miércoles la OEA aprobó una declaración de apoyo al diálogo en Venezuela en medio de la lucha de poderes que enfrenta a Maduro con la mayoría parlamentaria opositora. El organismo regional tomó distancia de la postura asumida por su secretario general, Luis Almagro, quien convocó a una reunión de urgencia para abordar la situación en Venezuela invocando la Carta Democrática Interamericana.
Durante su discurso, Maduro fue tajante en afirmar que “Venezuela no acepta ningún tipo de tutoría, monitoreo ni intervencionismo”, pero que su gobierno está dispuesto a sentarse a dialogar con la oposición.
Un grupo de expresidentes encabezados por José Luis Rodríguez Zapatero, de España, intenta acercar al gobierno de Maduro y a una oposición que busca sacar adelante un referendo revocatorio contra el mandatario, en medio de un creciente descontento social por la escasez de productos y una altísima inflación.
“Hemos solicitado el apoyo debido, en base al respeto, a la soberanía nacional, para, ojalá, ahora sí, (…) sentar a una mesa de diálogo sin que se paren, sin que rompan las reglas de juego, a la oposición venezolana”, dijo Maduro y deseó que “se envíe un mensaje muy claro de soberanía compartida de América Latina a los poderosos del norte, que pretenden y creen que es el momento para venir por la vida de un país”.
Blanco frecuente de las acusaciones del líder venezolano, Estados Unidos apoyó en pasados días la mediación en Venezuela que encabeza el expresidente del gobierno español.
Fuente: Noticias Argentinas