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La Justicia investiga millonarios movimientos de fondos de Santa María

Es el jefe de los encargados de edificios. La Unidad de Información Financiera investiga la circulación de sumas multimillonarias.

El sindicalista Víctor Santa María habría movido fondos por US$1,9 millones desde una cuenta en Suiza para que su madre, Prostasia López, una jubilada de 82 años, ingresara en el blanqueo de capitales impulsado por el Gobierno.

La familia Santa María habría tenido otros US$6,5 millones a través de dos fideicomisos suizos hasta agosto del año pasado, según consta en un informe de la Unidad de Información Financiera (UIF) al que accedió LA NACION por fuentes judiciales.

La operación para que la madre de Santa María ingresara en el Régimen de Sinceramiento Fiscal se habría concretado a través de un intermediario, que depositó dinero en la AFIP después de recibir fondos provenientes de una cuenta suiza cuya beneficiaria sería la familia Santa María.

Los US$1,9 millones salieron de Suiza el 30 de marzo de 2017 desde una cuenta del fideicomiso Vica, cuya beneficiaria sería -entre otros- la madre del sindicalista. Un día después, otro de los supuestos beneficiarios del fideicomiso realizó un pago a la AFIP por el mismo monto (pero en pesos) a nombre de López “en concepto de ser aplicado a algún tipo de Régimen de Sinceramiento Fiscal”.

“Teniendo en cuenta la fecha y los montos, se podría inferir que el pago realizado se correspondería con el plan de regularización impositiva registrado por la Sra. López”, indica el informe de 21 páginas que ya está en manos del juez Claudio Bonadio, quien investiga el crecimiento patrimonial del presidente del PJ porteño.

El 31 de marzo de 2017 era, justamente, la fecha de cierre del blanqueo de capitales. Las autoridades entienden que el pago de los Santa María fue ingresado en concepto de la multa del 15% establecida por la AFIP sobre el total del patrimonio por blanquear. Es decir, los bienes de los Santa María, en ese caso, superarían los US$12 millones.

En el escrito más reciente, que desde diciembre ya está en poder del juez federal Claudio Bonadio y del fiscal Carlos Rívolo, la UIF aporta datos clave que refuerzan las sospechas en torno a las operaciones realizadas entre el sindicato de porteros y empresas vinculadas a Andrés Leonardo Stangalini y Damián Fernando Bila, entre otros nombres que se repiten, con “fines ajenos a la actividad sindical”.

Ingresar fondos no declarados en el Régimen de Sinceramiento Fiscal no constituye un delito. Es más, la ley de blanqueo limita -una vez aprobado cada trámite-, la investigación sobre posibles irregularidades en el origen de dichos fondos.

“Entre febrero y agosto de este año, el SUTERH y la FATERYH giraron a la firma Construcciones Algol SA, propiedad de Stangalini, fondos por un total de $50.828.912”, dice el informe, de acuerdo con Clarín.

Y precisa que, luego, el 54% de los fondos de una de las cuentas de la compañía en el Banco Francés, terminó en cuentas de sociedades vinculadas de algún modo al grupo Santa María: el Club Sportivo Barracas, presidido por Víctor Santa María ($1.5 millones); Interacción Seguros ($2.5 millones), de la que es director Santa María; y Estructuras y Mandatos, dirigida por Alberto Spagnuolo.

Entre los datos nuevos que aporta, la UIF reseña que Stangalini fue uno de los que se benefició con el Sinceramiento Fiscal promovido por el Gobierno actual con la ley 27.260: blanqueó nada menos que $136.214.851.

Stangalini adjudicó $66.645.000 a un edificio ubicado en la calle Manuel Quintana 281, bajo la titularidad de la firma Polymer National Corp. La particularidad es que en ese inmueble operaba el ex Sanatorio Quintana, que fuera uno de los prestadores de OSPERYH, la obra social del SUTERH.

También dijo tener fondos en el Banco Sabadell de EE.UU. por $38 millones, además de dos inmuebles en España por un valor de $22 millones y un saldo a su favor de una cuenta de la firma Establecimiento Lema SRL por casi dos millones de pesos.

La UIF duda sobre el origen de esos fondos: “Podemos presumir que los fondos exteriorizados por el señor Stangalini (inmuebles no declarados) deriven de la relación explícita entre el SUTERH “cliente” y Polymer National Corp “proveedor” y/o sean consecuentes de presuntos desvíos de fondos”, apunta.

“Mi madre no blanqueó nada, no es beneficiaria de nada. No tengo idea de quién es ese fideicomiso”, sostuvo Santa María ante la consulta de este medio. El sindicalista negó todas las acusaciones que se desprenden del informe de la UIF y aclaró que sus abogados están presentando toda la documentación correspondiente ante la Justicia.

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