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El Estado Islámico lanza una ofensiva en el norte de Siria

Arrebataron seis pueblos a otros rebeldes sirios cerca de la frontera con Turquía en una fugaz ofensiva que forzó la evacuación de un hospital clave en medio de fuertes enfrentamientos.

También hoy, milicianos kurdos y árabes sirios, apoyados por tropas de elite y aviones estadounidenses, arrebataron al EI el control de 10 pueblos y granjas en el norte de la provincia nororiental de Al Raqa, en una ofensiva para recapturar la ciudad que el grupo considera “capital” de su califato, informó hoy una ONG.

El avance del EI en la norteña provincia de Alepo permitió a los yihadistas posicionarse a pocos kilómetros de la ciudad de Azaz, un enclave controlado por otros insurgentes sirios donde han encontrado refugio decenas de miles de civiles desplazados internos.

En los últimos meses, los grupos rebeldes que dominan Azaz, y su paso fronterizo de Bab al-Salama, han resistido ofensivas del EI, del Ejército sirio y de las milicias mayoritariamente kurdas de las Fuerzas Democráticas de Siria (FSD).

La ONG Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dijo que, con su avance, el EI también cortó una crucial ruta de abastecimiento entre Azaz y Marea, que también está controlada por los otros rebeldes, que están apoyados por Turquía.

Tanto Azaz como el paso de Bab al-Salama han sido sustentos vitales para esos insurgentes desde que tomaron la ciudad, en 2012.

La agencia de noticias del EI, Aamaq, también informó de la ofensiva en Alepo, y aseguró que los yihadistas tomaron control de seis pueblos que eran controlados por los otros rebeldes.

La organización médica internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) dijo que tuvo que evacuar a pacientes y a su personal del hospital de Al Salama, que administra en Azaz, luego de que la línea de frente avanzara hasta situarse a tres kilómetros del centro de salud.

El grupo, con sede en Francia, dijo que un puñado de personal permanecerá en el hospital para estabilizar a los pacientes y derivarlos a otros centros de la zona en cuanto sea posible.

“MSF tuvo que evacuar a la mayoría de los pacientes y del personal de nuestro hospital porque la línea de frente se ha acercado”, dijo Pablo Marco, de MSF para Medio Oriente, citado por la cadena CNN.

“Estamos terriblemente preocupados por la suerte de nuestro hospital y de nuestros pacientes, y por las alrededor de 100.000 personas atrapadas entre la frontera turca y las líneas de frente. No hay lugar hacia donde la gente pueda huir, y los enfrentamientos son cada vez más cercanos”, agregó.

Una ruta conocida como el corredor de Azaz une el este de la provincia de Alepo, que está controlado por rebeldes rivales del EI, con Turquía.

Esta había sido clave para el sostén de los rebeldes, pero una ofensiva del Ejército sirio, apoyada por aviones de guerra rusos, desalojo a los insurgentes de partes de Azaz y cortó este corredor.

Las FSD, que pelean por obtener una zona autónoma kurda en medio de la compleja guerra en Siria, también han ganado terreno frente a los rebeldes no EI.

Esto ha dejado a esos insurgentes con apenas una salida hacia el mundo exterior, a través de la provincia de Idleb, al oeste de Alepo. Los que están en Azaz ahora están rodeados por el EI al Este y por las FSD al Oeste y Sur, mientras que Turquía restringe fuertemente el tránsito de productos y personas por su frontera.

Ayer, el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, dijo que planeaba reanudar conversaciones de paz entre el gobierno y la oposición siria “tan pronto como sea posible”.

Sin embargo, no puso ninguna fecha y dijo que “ciertamente” no habrá negociaciones en las próximas dos o tres semanas debido a la inestabilidad de una frágil tregua que rige en Siria desde febrero pasado.

La falta de una fecha para las negociaciones dificulta los esfuerzos de la ONU para distribuir ayuda humanitaria a civiles afectados por los continuos combates entre el Ejército sirio y los rebeldes que quieren derrocar al presidente Bashar Al Assad.

Las conversaciones se suspendieron el mes pasado sin haber logrado casi ningún progreso.

En este marco, el avance de la coalición de combatientes árabes y kurdos junto a tropas de elite estadounidenses en la provincia de Al Raqa indignó a Turquía, que considera “terroristas” a la milicia más fuerte de las FSD, las YPG, y que acusó hoy a Estados Unidos de “hipocresía”.

El ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, dijo que era “inaceptable” que soldados estadounidenses hayan aparecido en esas fotografías efectuando operaciones en Siria vestidos con uniformes con la insignia de las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG).

Mientras, una coalición internacional, liderada por Estados Unidos y que respalda a las FSD, ha efectuado un total de 150 bombardeos contra los radicales al sur de Ain Aisa y Tel Abiad desde el inicio de la ofensiva de la alianza kurdo-árabe en el norte de Al Raqa el martes pasado, agregó el Observatorio.

Decenas de familias han huido de la capital homónima de la provincia, capital de facto en Siria del “califato” proclamado por el EI en junio de 2014, a zonas al oeste y hacia la vecina región de Deir Ezzor, dominada casi en su totalidad por el grupo extermista.

La ofensiva comenzó el martes pasado, y fuentes de las FSD dijeron que sus objetivos son dominar primero la campiña del norte de Al Raqa para luego avanzar sobre la ciudad capital desde distintas direcciones.

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